Iglesias sigue con su campaña de desprestigio a España: «Aquí la democracia es limitada»
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, sigue su campaña de desprestigio de la democracia en España. El líder de Podemos pretende movilizar de esta manera a un electorado que le puede dejar en la estacada en Cataluña. Ya da igual si eso pasa por alinearse con Rusia en la defensa de los golpistas del 1-O o en insistir en la disensión en el seno del Ejecutivo con sus compañeros socialistas a cerca de la calidad democrática en España. Este viernes, durante un acto de campaña de Podemos en Cataluña, Iglesias ha insistido: «En España hay una democracia limitada».
El mensaje de Iglesias está claro. Captar voto independentista asociando la prisión de los golpistas –condenados por sedición y malversación– con una supuesta falta de democracia en España. Una jugada arriesgada ya que, salvo por parte de los radicales catalanes, nadie en el seno del Ejecutivo socialcomunista comparte la valoración de Iglesias. Eso sí, como publica este viernes OKDIARIO, el líder de Podemos no ha planteado en el Consejo de Ministros ni una sola medida, ni una sola propuesta para arreglar lo que solamente él ve.
Este viernes, durante un acto de campaña Pablo Iglesias ha insistido diciendo que en España «hay una democracia limitada». Se defiende de las críticas asegurando que señalar «las verguenzas» y los «fallos» de la democracia española es el «mayor compromiso democrático posible», para volver a reiterar que seguirán diciendo la verdad, «aunque sea dura», frente a aquellos que piensan que se vive «en el mejor de los mundos posibles» con la intención de defender «privilegios».
El líder comunista sigue en sus trece con una campaña de desprestigio que ya está empezando a hacer mella en el prestigio de España en el exterior. Iglesias ha destacado ante sus simpatizantes que España tiene una «democracia limitada» por aquellos poderes que tratan de mandar «sin presentarse a las elecciones», una realidad que es una «obviedad» pero que «levanta ampollas».
El objetivo de Iglesias, desde el nacimiento de Podemos arropado por el 15-M, es acabar con el régimen del 78, tumbar la Monarquía y convertir a España en una república más del estilo bolivariano que del francés. En referencia a la Casa Real, Iglesias ha vuelto a poner el foco en la figura de Juan Carlos I, con el fin de justificar la supuesta falta de «plena normalidad democrática» recordando que el emérito «presuntamente» ha evadido impuestos y se ha enriquecido con comisiones.
Otro de los síntomas del diagnóstico del vicepresidente es el bloqueo de la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por parte del PP, la orden de ingreso en prisión del rapero Pablo Hasél, que el PP se haya presuntamente financiado ilegalmente para hacer «trampas en las elecciones», que los jueces hayan sustituido a la política para resolver el conflicto que arrastra Cataluña.
También ha destacado como casos que muestran que la democracia española es mejorable que siga habiendo «10.000 demócratas enterrados en cunetas» o que ex presidentes del gobierno, como Felipe González o José María Aznar, hayan acabado sentándose en consejos de administración de grandes empresas energéticas.
No ha citado, sin embargo, como muestra de esa presunta «falta de democracia plena» la nefasta gestión de la pandemia del Gobierno del que forma parte. Más de 90.000 muertos que el Ejecutivo no reconoce, el no haber asumido su responsabilidad con lo sucedido en las residencias de mayores durante la pandemia, de las que estando bajo su mando en el estado de alarma se desentendió por completo y no ha querido saber nada de ellas, echando la culpa a las comunidades autónomas por su gestión.